¿Porqué conviene rezar el Ángelus?
Por varias razones:
1. Conmemora la Encarnación:
El Ángelus nos recuerda el momento crucial en la historia de la salvación: el anuncio del ángel Gabriel a María y la encarnación del Verbo en su seno. Al rezarlo, meditamos sobre este misterio fundamental de nuestra fe y agradecemos a Dios por enviar a su Hijo para redimirnos.
2. Nos une a María:
Al recitar las palabras del ángel y la respuesta de María, nos unimos espiritualmente a ella en su "Fiat", su "Hágase" a la voluntad de Dios. Nos inspiramos en su humildad, obediencia y fe, y le pedimos su intercesión.
3. Santifica el día:
Tradicionalmente, el Ángelus se reza tres veces al día: a las 6 de la mañana, al mediodía y a las 6 de la tarde. Esto nos ayuda a santificar el día, interrumpiendo nuestras actividades para elevar nuestro corazón y nuestra mente a Dios. Nos recuerda que Dios está presente en cada momento de nuestra vida.
4. Nos ayuda a crecer en la virtud:
La meditación sobre la Encarnación nos impulsa a imitar las virtudes de María, como la humildad, la pureza, la obediencia y la caridad. Nos ayuda a crecer en nuestra vida espiritual y a acercarnos más a Dios.
5. Es una oración sencilla y accesible:
El Ángelus es una oración breve y fácil de memorizar, lo que la hace accesible a todos, independientemente de su edad o nivel de conocimiento religioso. Se puede rezar en cualquier lugar y en cualquier momento.
6. Nos conecta con la Iglesia universal:
El Ángelus es una oración que se reza en todo el mundo, uniéndonos a la Iglesia universal en un mismo acto de fe y devoción. Nos recuerda que somos parte de una comunidad más grande que trasciende las fronteras geográficas y culturales.
7. Nos ayuda a vivir en la presencia de Dios:
Al detenernos tres veces al día para rezar el Ángelus, cultivamos una mayor conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana. Nos ayuda a vivir con mayor recogimiento y a orientar nuestras acciones hacia Él.
8. Es una fuente de gracia:
Como toda oración, el Ángelus es una fuente de gracia. Al rezarlo con fe y devoción, abrimos nuestro corazón a la acción del Espíritu Santo, que nos fortalece en nuestra vida cristiana y nos ayuda a crecer en santidad.
¿Qué es el Ángelus?
‘Ángelus’ es el nombre de una oración mariana y cristológica de la Iglesia católica en honor de la Virgen. A esta contemplación de la vida de Cristo se suma el fin de saludar a la Virgen y recurrir a su misericordiosa intercesión.
Esta oración «invita a meditar el misterio de la Encarnación, animando al cristiano a tomar a María como punto de referencia en los diversos momentos de su jornada para imitarla en su disponibilidad para realizar el plan divino de la salvación» (Juan Pablo II, Audiencia General).
Es una composición litúrgica que, con su estructura sencilla y carácter bíblico, nos lleva a conmemorar la Encarnación del Hijo de Dios y en la que pedimos ser llevados por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. La oración Ángelus, o «saludo angélico», consiste en el rezo de tres versos intercalados con tres “Ave María”:
«El ángel del Señor anunció a María.
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.»
Ave María
«He aquí la esclava del Señor.
Hágase en mí según tu palabra.»
Ave María
«Y el Verbo de Dios se hizo carne.
Y habitó entre nosotros.»
Ave María
En esta parte se recuerda la prontitud del asentimiento de la Virgen a la voluntad del Señor y la llegada del Salvador en medio de nosotros. Después se implora la intercesión de María:
«Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo».
Se finaliza con una oración que indica los eventos centrales de la Redención:
«Oremos. Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén».
¿Cuándo nació esta devoción?
En la alta Edad Media se tocaba la campana de los monasterios y conventos para recitar la segunda plegaria, después de las “Completas” (parte de la Liturgia de las Horas). En el siglo XIII se comenzó la costumbre de recitar tres Ave María al sonido vespertino de las campanas y, muy pronto, se extendió la práctica a la mañana. En el siglo XV, en Francia, se sumó a esta costumbre su rezo al mediodía. Esta práctica ha evolucionado hasta convertirse en las oraciones que hoy componen el Ángelus.
El primer documento que recoge el Ángelus en su forma actual es un catecismo impreso en Venecia en 1560. La práctica de esta costumbre se extendió en 1571 cuando el papa san Pío V insertó el rezo del Ángelus en el “Pequeño Oficio de Nuestra Señora” (devoción litúrgica a la Virgen María). Más adelante, en 1724, su difusión se volvió universal y definitiva con el documento “Iniunctae nobis” del papa Benedicto XIII, en el que concedía indulgencias por el rezo del Ángelus.
El Ángelus se volvió a modificar con el papa Benedicto XIV en 1742, quien estableció que durante el tiempo de Pascua se sustituyera por la antífona Regina coeli. Ésta es la costumbre que se mantiene en la actualidad. Sin embargo, en 1815, el papa Pío VII añadió el rezo de tres Gloria al final del Ángelus en acción de gracias por los dones que la Santísima Trinidad ha otorgado a la Virgen. Esta última práctica es más propia de Italia.
¿Por qué meditar esta escena es importante para los cristianos?
La Anunciación a María inicia el cumplimiento de las promesas de Dios a su pueblo. El arcángel Gabriel presenta a la Virgen María el plan de salvación de Dios, por el que ella es invitada a convertirse en la Madre del Redentor. María responde confiando en el designio de Dios, segura de que nada hay imposible para Él. Así, al dar su consentimiento a la palabra de Dios, llega a ser Madre de Jesús por obra del Espíritu Santo.
Con su asentimiento, la Virgen María acepta de todo corazón la voluntad divina de salvación y se entrega al servicio de su Hijo y al Misterio de la Redención. Por su obediencia, para la salvación propia y la de todo el género humano, María continúa colaborando con este plan divino siendo madre de todos los hombres e intercesora de la Iglesia. “Mujer del “sí”, que ha acogido con prontitud la invitación del Ángel, responde también a nuestras súplicas, escucha nuestras voces, también las que permanecen cerradas en el corazón, que no tienen la fuerza de salir pero que Dios conoce mejor que nosotros mismos” (Papa Francisco, Audiencia General).
El Magisterio de la Iglesia propone el rezo del Ángelus como una invitación a cada uno a unirse al “sí” de María para adherirse con confianza a la belleza del plan que Dios ha preparado. Además, es una oportunidad de vivir la comunión de los santos, sintiéndose sostenidos por la oración de tantos fieles que rezan esta oración a diario.
¿Cuándo se reza el Ángelus?
La oración del Ángelus, como la conocemos hoy, originalmente se rezaba tres veces al día: mañana, mediodía y tarde. Actualmente la costumbre mayormente difundida entre los fieles es el rezo al mediodía. Durante el tiempo de Pascua (desde el día en que se celebra la Resurrección hasta el día de Pentecostés) se sustituye la oración del Ángelus por la antífona del Regina Coeli, en la que se resalta la alegría de la Resurrección de Jesucristo.
Siguiendo esta tradición de la Iglesia, san Josemaría también vivía esta costumbre. “Terminada la lectura del correo, rezaba el Ángelus al mediodía. Constituía un momento importante de su jornada, porque además de ser una conversación filial con la Virgen, marcaba el tiempo en que su devoción eucarística cambiaba de signo: hasta entonces había pasado la mañana dando gracias a Dios por la Misa que había celebrado; a partir del Ángelus comenzaba a prepararse para la Misa que celebraría al día siguiente".
¿Hay relación entre la oración del Ángelus y el “Ángelus del Papa”?
El Ángelus del Papa” es un acto público del Papa en el que reza el Ángelus los domingos al mediodía con los fieles reunidos en la plaza de san Pedro y es transmitido por los medios de comunicación. Esta práctica comenzó el 15 de agosto de 1954 (L’Osservatore Romano), cuando fue transmitido por primera vez el rezo del Ángelus del Papa Pío XII por radio y televisión, a petición de los jóvenes de la Acción Católica y con ocasión del Año Mariano. Llegado el otoño del mismo año, por decisión del Papa, “al que le gustaba bendecir a los fieles reunidos en la plaza san Pedro, se comenzó a rezar desde la ventana de su estudio, tal y como se viene haciendo hasta nuestros días.”
El rezo del Ángelus es, además, una ocasión de cercanía entre el Papa y los fieles. Habitualmente, el Papa lo acompaña con algún mensaje pastoral, un cariñoso saludo a los peregrinos presentes en la plaza de san Pedro y los que lo sintonizan por los medios de comunicación, y las intenciones y preocupaciones de la Iglesia que tiene más presente y por las que pide oraciones. Es una gran oportunidad en la que el pueblo puede rezar junto al Santo Padre.
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En resumen, rezar el Ángelus es una práctica devocional que nos ayuda a profundizar en el misterio de la Encarnación, a unirnos a María, a santificar nuestro día y a crecer en nuestra vida espiritual. Es una oración sencilla pero poderosa que nos acerca a Dios y nos llena de su gracia. Por todas estas razones, conviene rezar el Ángelus y hacerlo parte de nuestra vida de oración.
Fuente
• ¿Qué es el Ángelus y cómo se reza? opusdei.org
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